La religiosa fue también la fundadora de las Voluntarias de la Caridad
Nació en Maceda y a su localidad natal regresó para morir, pero Celestina Martínez Iglesias se sentía de A Rúa de Valdeorras. Aunque en la localidad nadie la llamaba así, sino que era conocida por todos como sor Celestina. Llegó hace unos cuarenta años para trabajar en el colegio Nuestra Señora de Fátima. Ya entonces llevaba tiempo ordenada como una de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul. Durante décadas fue una de las maestras que cuidaban a los entonces alumnos de parvulitos, es decir, aquellos que entraban por primera vez en el mundo educativo. Cientos de chavales aprendieron a hacer sus primeras letras gracias a ella. Ahí se fraguó el cariño de muchos niños ahora adultos y también de sus padres.
Su labor no solo era docente. Muy concienciada con ayudar a los más desfavorecidos, al poco tiempo de llegar fundó la agrupación Voluntarias de la Caridad, que sigue funcionando. «Dedicó su vida a trabajar por los pobres», destacan desde la agrupación que ella puso en marcha y que prepara un funeral. «Era muy querida», recuerda una de las voluntarias. Y cita entonces el homenaje que le rindieron a finales del 2019. Era una cena solidaria en la que hubo espacio para loar la figura de sor Celestina, que entonces tenía 95 años y conservaba su autonomía. Siempre quiso morir en A Rúa, pero su estado fue empeorando y hace dos años ingresó en la residencia que la congregación tiene en Maceda. Allí residió hasta su fallecimiento, a los 99 años.
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/ourense/a-rua/2023/02/23/fallecesor-celestina-maestra-varias-generaciones-rua-valdeorras/00031677145738242419147.htm