En el fútbol no siempre se premia al que más méritos hizo a lo largo de todo un partido, tal vez por eso el Maceda se marchó del campo de Os Carrís un poco con esa sensación, mientras que el Barbadás B sigue sin perder en su feudo y mantiene ese punto de diferencia sobre un rival directo en la batalla por la permanencia.
Durante la primera parte ambos equipos trataron de cerrar todos los caminos para que sus porterías no pasaran por momentos agobiantes y delicados. Pero fue tanta esa obsesión, que terminaron multiplicándose los errores y el escaso control del balón, de ahí que yendo más a lo profundo, apenas se pudieron rescatar un tiro libre de Josiño, que se marchó pegado al poste derecho de un Iván que, con su estirada, tenía la situación controlada.
En los macedanos, el ímpetu de Iván Rubio, las ganas de Siota y Fran no acababan de cuajar ante un filial al que llegar al área rival fue casi una situación a la que no le encontraba una solución.
Sin duda que durante el descanso y en ambos vestuarios sus entrenadores les habrán tocado la moral a sus dirigidos para intentar leer mejor el partido y responder a las indicaciones de Abraham e Iván Gómez, porque sin ser la contienda un dechado de virtudes, se pudo observar algo más que balones largos sin sentido o despejar el peligro a cualquier precio.
El Maceda arriesgó un poco más y tras un robo de balón del “pulpo” Aarón habilitando a continuación a Siota que superó en velocidad a su marcador, pero su posterior disparo cruzado, con Iker superado, se acabó estrellando en la cepa del poste derecho.
Esta situación fue el preludio de lo que segundos más tarde se transformaría en el 0-1. La jugada nace de un saque de banda cuyo balón, con mucho tino, peina Fran y esta vez Siota tuvo su revancha y, con un potente remate en el corazón del área, superó por completo al cancerbero azulón.
Era un premio excesivo, a esas alturas podría llegar a serlo, pero los macedanos ya daban claras señales que el empate no era lo que habían venido a buscar.
Iker Corbi
Cuando comenzaba a cocinar el triunfo, el Barbadás B se encontró con un regalo que supuso conseguir el 1-1. De una acción a balón parado nació la jugada del gol local. Hugo Varela cedió un balón hacia atrás que inteligentemente lo aprovechó Iker Corbi superando el intento de un agarrón por parte de Yago Cid y al plantarse en la frontal del área ensayó una pelicular vaselina al ver que Isma quedaba a mitad de camino y tras dar en el poste se coló al fondo de la red. ¿Justicia? Tal vez no, pero el fútbol tiene también estas cosas y un error termina penalizándose.
El partido se abrió por completo, pero a partir de ese momento el Maceda, golpeado por la igualdad en el marcador, redobló esfuerzos y fue en busca del segundo tanto. Amy tuvo su oportunidad, pero remató desviado un centro de Makel.
Más tarde un inquieto Iván Rubio no llegó por muy poco a un balón que acabó despejando Iker.
El filial se abocó a impedir los intentos de su rival y buscar a la contra una posibilidad, pero siempre se empeñó en buscar por lo alto alguna situación para sorprender a Isma.
En el tramo final, tuvo Siota en sus botas el 1-2, pero su tiro se fue muy alto, mientras que Diego malgastó la más clara de los anfitriones. Empate y punto.
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