Un jugador local, Iván Rubio, anotó el significativo tanto en A Rúa y recibió su camiseta conmemorativa en el regreso al Cardenal Quiroga
Hace ya varias jornadas que el Club Deportivo Maceda llegó a la cifra redonda de los 700 goles en la Primera Galicia, pero la celebración solo podía desarrollarse en el Cardenal Quiroga. El autor fue Iván Otero, Rubio, un futbolista de la generación de 1999, que además es de casa: «Entré en el club en prebenjamines y protagonizar este gol me enorgullece muchísimo. Ya la tengo colgada en mi habitación junto a la del último ascenso».
Héctor Fariñas, presidente de la entidad, también se alegraba de que fuera un joven criado en el club quien sellara el significativo tanto, si bien matizó: «La mayoría del equipo es de Maceda o de cerca, pero en el caso de Iván además coincide con jugadores que son de su pandilla desde pequeños. Lo convencimos para regresar desde Nogueira, porque sabíamos que sería importante para el ascenso».
El propio Rubio confirmó que varios de sus compañeros son de su misma edad y buena parte de los demás también son «amigos y colegas de muchos partidos de fútbol». Otero es bombero en la localidad, además de profesor de pádel y un futbolista que tras llegar al nivel de juveniles en casa, pasó por el Pabellón, Arenteiro y Barbadás, antes de los últimos años en Luíntra.
«Esto es como volver a casa para jugar con los amigos de siempre. Además el club está trabajando muy bien y hay un gran ambiente», explica un macedano que además tiene mucho de talismán para el club, como reconoció su presidente: «Ya participó en el ascenso anterior y, nada más regresar, repitió». Nadie quiere que se marche.
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